Rajoy y el humo

En esta dramática campaña electoral de cara al 20-N, y subrayo lo de dramática porque el acoso de los mercados a España, está haciendo que sea mejor perder que ganar y el ganador no va a tener ni un respiro posible, Mariano Rajoy realiza unas sorprendentes declaraciones en una entrevista concedida en Antena 3.

El líder del PP, apuntó que era partidario de reformar la Ley Antitabaco para suavizarla, afirmando que le gustaba la ley anterior, siendo partidario de arbitrar una fórmula sin soluciones extremas.

A mí me gustaba más la primera ley, porque además se obligó a mucha gente a hacer obras y se gastaron dinero y dijeron habrá una zona para fumadores y otra zona para no fumadores. Yo creo que como todo en la vida las soluciones extremas no son buenas, pero sé que la mayoría de la gente está en contra de esta ley que prohíbe fumar en cualquier sitio incluso que no haya para fumadores. Pero yo creo que podemos arbitrar una fórmula sobre una base: al no fumador no se le puede perjudicar, yo en eso estoy total y absolutamente de acuerdo.

Desde luego que estas declaraciones no han pasado desapercibidas, provocando diversas reacciones, desde instituciones como colegios de médicos, hosteleros, trabajadores de la hostelería y asociaciones de fumadores, hasta reacciones en el votante de calle, algunas desfavorables y otras desfavorables. Algunos han visto en ello, una esperanza para volver a fumar en los bares, mientras otros han llegado a pensar incluso a cambiar el voto, porque piensan sería un retroceso y creen que, aunque no les vaya a cambiar la vida, es una falta de seriedad

Está claro que esto del humo del tabaco levanta ampollas.

Ahí van algunas reflexiones, muchas de las cuales no son mías, pero aquí las recogo:

1) El tabaco y su sustancia activa, la nicotina, es una de las sustancias con más poder adictivo que se conoce. Las consecuencias del consumo del tabaco son de sobra conocidas: cáncer, infartos, asma, destrucción pulmonar. He perdido varias personas queridas a consecuencia de ello. Por otra parte, la economía tabaquera está en manos de grandes multinacionales, muy lejos de una economía social. No se conoce ninguna aportación positiva del tabaquismo a la salud humana. Es intrínsecamente malo y su consumo debe ser erradicado.

2) No se debe criminalizar, ni marginar a los fumadores. No hay que ser talibanes. No han hecho nada malo para merecer el infierno. Son excelentes personas, como los no fumadores. Pero tienen un problema muy serio: su adicción. Muchos lo quieren dejar, pero no pueden. Hay que ponerse en su lugar.

3) Pero los no fumadores no se tienen porque tragar sus humos. Ni los no fumadores, ni los trabajadores de la hostelería. Sería un agravio comparativo que, mientras la normativa protege a cualquier trabajador de las sustancias contaminantes, los trabajadores de la hostelería estén expuestos en su ambiente de trabajo.

4) Quizá habría que haber arbitrado otras fórmulas en esta ley, ya que los hosteleros no hace muchos años atrás habían hecho reformas en sus locales. Y ahora encima les cae la crisis. No me cabe la menor duda que el gobierno del PSOE sacó adelante la ley con la mejor intención, la de proteger la salud de los no fumadores. Pero había que haber tenido en cuenta las obras que habían hecho algunos hosteleros. Se podía haber arbitrado una solución a la holandesa, en todo caso se prohibe fumar, pero no es necesario, que los fumadores se tengan que salir a la calle, sino que pueden hacerlo en un lugar reservado, eso sí, sin trabajadores.

5) Me resulta inexplicable que ahora se pretenda reformar la ley cuando el PP votó a favor de la misma en diciembre de 2010, aprobándose la misma con un gran consenso.

6) La ley actual puede ser mejorable, como todo en la vida, pero nada es mejorable si supone un paso atrás en las tendencias sociales. Parece poco serio y más de cara al mundo, que ahora nos mira con lupa a causa de nuestra deuda. Por eso, es necesario explicar con claridad las cosas.

7) Las ventajas sanitarias de la aplicaciónd de la ley parecen más que evidentes, según distintas fuentes, se han reducido de un 15 a un 20 % los casos de infarto, asma y bronquitis.

8) Hacen falta más investigaciones y datos. Los datos médicos parecen estar contrastados, en cambio, los de pérdidas que esgrime la hostelería, pueden deberse en gran parte a la crisis. No olvidemos que 2011 ha sido peor que 2010 (y esperemos que no sea peor que 2011). Unos mil muertos menos al año se atribuyen a dicha ley. No es una ninguna broma.

Jaime Arroyo
Compartir
    Blogger Comentarios
    Facebook Comentarios

0 comentarios:

Publicar un comentario