El diario El País siempre fue periódico muy ligado al Partido Socialista y normalmente siempre en contraposición al Partido Popular. Pero parece que todo ha cambiado.
Efectivamente, resulta sumamente curioso, como en la portada del diario de 23 de enero de 2015, plagada de noticias, no aparece algo tan sumamente clave como la salida de Luis Bárcenas de la cárcel, haciendo unas declaraciones que implican en un caso de corrupción al mismísimo Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
Citando dos diarios digitales de distinta tendencia, El Plural habla de entreguismo y Libertad Digital de contorsiones. Pero no hacen falta tantos circunloquios.
Simplemente el entramado de partidos que gobierna pactó la expulsión de los directores díscolos de El Mundo, El País y La Vanguardia.
¿El premio? Cualquiera se lo puede imaginar: el Canon AEDE y ¿quién va a pagar la factura de todo este entramado hecho a sus espaldas?: los internautas y el pueblo español.
El filósofo medieval del siglo XIV, Guillermo de Ockham, ya lo dijo muy claro en su Principio de Economía o más conocido como el de la Navaja de Ockham: en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta.
¿Por qué el PP, PSOE, IU, CiU, y demás caterva sufren la desafección de los ciudadanos? ¿por la mala suerte de la crisis? ¿por el deseo de cambiar de caras? ¿por la ideología de Podemos? ¿por el carisma de Pablo Iglesias?
¿Acaso es tan difícil hallar la respuesta? Una pista, acaba por C y termina por N.
No, no es corrupción. Es calcinación, cabreo del pueblo español por la corrupción y los recortes al tiempo que una gran parte de la clase política se ríe de este en su cara, sin ningún propósito de enmienda.
Jaime Arroyo
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