Como arreglar una lámpara de pie halógena

Cuando se estropea un pie halógeno, dado el bajo precio que tienen actualmente, normalmente no merece la pena mandarlo a reparar, sin embargo hay ocasiones en las que por su valor sentimental o simplemente porque se nos ha averiado en el peor momento, se puede intentar su reparación.

Antes de entrar en los detalles de la misma, hay que decir que con la corriente eléctrica no se juega, que puede causar la muerte, tanto al que lo repara, como a sus seres queridos a causa de una reparación defectuosa, por lo que antes de entrar a efectuar la misma, esta no se debería intentar, si no se cumplen tres premisas de carácter vital (e insistimos de carácter vital porque puede ir la vida en ello):

1.- Tener unos mínimos conocimientos de electricidad o electrónica y poseer un polímetro o tester. 

2.- Antes de entrar a repararlo, cerciorarse de que el aparato esté desconectado de la corriente eléctrica. Un descuido en este sentido puede resultar fatal.

3.- Comprobar antes de volverlo a conectar a la corriente, que el cuerpo metálico del mismo se halla en contacto con el conector a tierra del enchufe. 

Antes de entrar a repararlo, aunque parezca una obviedad decirlo, comprobar que la lámpara (bombilla) no esté estropeada.

Lo primero que hay que hacer es comprobar que las conexiones (casquillos) están limpias y no tienen restos de suciedad, carbonilla, etc. que impidieran un correcto contacto. Si es así, habría que sustituirlas o limpiar los restos con una lija o lima.

El siguiente paso es localizar donde se halla el circuito transformador, que es el que regula la intensidad de la luz. En este sentido hay dos tipos, uno en el que este se halla en el cuerpo del pie a cierta altura y otros que se halla a nivel del suelo, ya sea en el mismo pie o separado a través de un cable.

A la izquierda un pie halógeno con transformador en el cuerpo del mismo y a la derecha a nivel del suelo

Una vez localizado el transformador se desmonta el mismo, a continuación, vamos a ver sus partes:

Transformador a nivel de suelo

Transformador en el cuerpo del aparato

Podemos distinguir uno o varios triac o triodo, con tres patas que regula la corriente alterna, con su dispositivo de aluminio disipador del calor, el transformador toroidal (bobina en forma de toro), el potenciómetro (puede ser rotatorio o deslizante como el que ve en el transformador a nivel de suelo), el circuito anexo y el fusible.

Empecemos por lo fácil hacia lo difícil. Lo primero es comprobar si el fusible está bien. Para ello lo soltaremos de donde se halla enganchado y comprobaremos con el tester su continuidad. La manera es mediante la medición de la resistencia. Si no hay conexión esta es en teoría infinita y si hay conexión es 0 ó próxima a 0. Este fusible suele ser de 2,5 a 5 amperios para corriente alterna de 220 V. Si se ha quemado por alguna sobretensión, lo sustituiremos.

De la misma manera, comprobaremos que todas las conexiones y todo el cableado esté en condiciones.

Si las tres anteriores comprobaciones (casquillos, fusible y cableado) no han conseguido el arreglo, podemos decir que la avería es más difícil de solucionar.

En cuanto a los componentes que pueden haber fallado:

- El (o los) triac o triodo. Si nos atrevemos y somos algo expertos o manitas en electrónica podemos desoldarlo y comprobar su funcionamiento con el tester y en el caso de que se halle estropeado, sustituirlo.

- Transformador toroidal: es una bobina cerrada, que no suele ser causa de avería, pero también se puede comprobar su funcionamiento.

- Potenciómetro: al igual que el transformador toroidal, no se suele averiar, pero no obstante, su comprobación es fácil midiendo la resistencia.

- Circuito anexo: sí es una causa probable de avería, ya que algún componente se puede haber quemado. Su solución es compleja, ya que habría que desmontar y comprobar transistores, circuitos integrados, o incluso otros componentes electrónicos.

Si llegados a este punto, no hemos solucionado la avería tenemos dos opciones:

- Sustituir por completo el circuito transformador o regulador de luz. Ya sea por uno ya montado o hacerlo en kit. Sólo para los muy habilidosos con el soldador de estaño.

- Conectar el halógeno directamente a la corriente como una bombilla estándar. Hacemos como una especie de by-pass, quitando de la conexión el transformador o regulador de luz. También podemos insertar un interruptor de cable o de pie, para no tener que estar enchufando y desenchufando constantemente. Eso sí, cerciorarse previamente de que la bombilla halógena funciona a 220 V y no a 12 V como lo hacen alguna, ¡si no, tendremos un tremendo chispazo y se nos saltará el diferencial de la instalación de la vivienda!

A la hora de comprobar si funciona, antes de volver a conectarlo a la corriente, comprobaremos con el tester que la conexión a tierra del enchufe está conectada al cuerpo metálico del pie.

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