Desde hace unos meses, se habla en conversaciones, domésticas, cafeterías, debates, tertulias, etc. sobre el impacto en la opinión pública española de las políticas, en buena parte recomendadas por la Unión Europea, del Partido Popular y de su desgaste electoral. También, por los mismos motivos del Partido Socialista. Y hay personas que se preguntan ¿puede el Partido Popular seguir el mismo destino que la extinta UCD?
En los Estados Generales, en la Francia del siglo XVIII, a la derecha se sentaban los representantes de las opciones políticamente conservadoras, el clero, Primer Estado, la nobleza, Segundo Estado, y a la izquierda las opciones más progresistas, los ciudadanos, el Tercer Estado. Este esquema de derechas o izquierdas, según la tendencia política, se sigue utilizando hasta hoy y es el que usaremos en este análisis.
Haciendo un poco de historia
La Unión de Centro Democrático (UCD) fue una coalición de partidos de centro, fundada por Adolfo Suárez. Gobernó España desde 1977 hasta 1982, incluyendo la legislatura constituyente en la que se sacó adelante la actual Constitución Española de 1978.
En 1981, por varios motivos, pero el principal por los conflictos internos dentro del partido, el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez dimitió de la Presidencia del Gobierno, siendo su sustituto hasta el fin de la legislatura Calvo-Sotelo. En la investidura de este se produce el fallido intento de golpe de Estado del 23 de febrero.
A partir de este momento, se vislumbra la descomposición del partido. A pesar de una aceptable gestión gubernativa de Calvo-Sotelo con un perfil más tecnócrata que político, no logra el apoyo popular, debido al aumento del paro, la galopante inflación y la gran crisis económica que vive el país.
Por otra parte, el partido sufre numerosas fugas, cuatro diputados encabezados por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, se integran en las filas de Alianza Popular y en marzo otros 10 diputados del sector socialdemocrata de UCD liderados por Francisco Fernández Ordóñez fundan el Partido de Acción Democrática, que más tarde se integraría en el PSOE, el sector democristiano crea el Partido Demócrata Popular, Antonio Garrigues Walker funda el Partido Demócrata Liberal integrando en él a los sectores liberales de UCD, base del futuro Partido Reformista Democrático. Finalmente, el propio Adolfo Suárez, alma del partido, lo abandona y crea Centro Democrático y Social (CDS).
En las elecciones generales de 1982, con Landelino Lavilla como líder de UCD, el partido se hunde, pasando de 168 diputados a tan sólo 11, venciendo de forma aplastante las elecciones el PSOE de Felipe González.
UCD se disuelve oficialmente el 18 de febrero de 1983, aunque su grupo parlamentario seguiría funcionando hasta el final de la legislatura, en 1986.
¿Por qué se hunde la UCD?
A pesar de su política moderada y su prudente gestión, en 1982 el pueblo español consideró que la UCD no debería repetir legislatura. A mi juicio son varias las razones:
1.- Aglutinaba distintas tendencias, desde la derecha al centro-izquierda y no funcionaban armónicamente, ni unidas. Si bien se consideraba que su agrupación había sido útil, de cara a una transición pacífica a la democracia y a la redacción de la Constitución, en 1982 se veía como algo superado.
2.- Las rivalidades, desunión y la dimisión de Adolfo Suárez dieron una imagen de partido anárquico, desunido y con numerosas ambiciones de poder.
3.- Perdía votos por la izquierda. Los votantes más progresistas de la UCD optaron por votar al PSOE de Felipe González, al que le veían con más futuro.
4.- Perdía votos por la derecha. Sus votantes más conservadores decidieron optar por la Alianza Popular de Manuel Fraga, que pasaría de 10 votos a nada menos que 106.
¿Puede pasarle lo mismo al Partido Popular?
Hay que partir de la base de que la historia nunca se repite. La UCD no es el PP, ni estamos en 1982. Sin embargo, se advierten ciertas analogías:
El Partido Popular no puede abarcar desde la extrema derecha hasta el centro. Liberales, conservadores, ultraconservadores, democrata-cristianos, centristas y otras corrientes que existen en el Partido Popular no funcionan armonicamente porque no pueden funcionar. En el resto de Europa existen en el arco parlamentario partidos de centro, centro-derecha, derecha, liberales, extrema derecha, etc. A esto hay que añadir la gestión de Mariano Rajoy, que va completamente por libre.
Su política antisocial le va a ocasionar una enorme fuga de votos por la izquierda. Las políticas antisociales del Gobierno de Mariano Rajoy han traído un gran descontento popular, sobre todos en las clases medias y bajas. El PSOE no se recupera, pero Izquierda Unida captará votos de este. Y los votos perdidos a la izquierda del Partido Popular serán aprovechados, sin ninguna duda, por UPyD y Ciudadanos.
Hoy por hoy en España no existe un partido de extrema derecha con el suficiente empuje para quitar votos al Partido Popular. Que no exista ahora, no quiere decir que no pueda existir en un futuro.
Tampoco el recién creado Vox, que aspira a recuperar las esencias del partido, y que recibe numerosas zancadillas al aspirar al mismo espacio político, parece ser capaz, hoy por hoy, de arrancarle un numero suficiente de votos.
Quien se mueva no sale en la foto. Los partidos políticos no quieren que les ocurra lo que la UCD y cierran filas con un comportamiento que a veces tiene poco de democrático. No son previsibles, en este sentido, voces rupturistas, salvo que la debacle sea catastrófica.
La situación actual
Las próximas elecciones europeas del 25 de mayo van a sondear como respira la opinión pública española. El bipartidismo, a través de la suma de los votos de los dos principales partidos que han gobernado España desde 1982, sigue en caída libre. El último barómetro de intención de voto del Centro de Investigaciones Sociológicas indica que la suma de las fuerzas del PP y el PSOE apenas llega al 60 %. Son varios los factores que contribuyen a ello, la crisis económica, el pesimismo ciudadano ante la mala gestión de sus gobernantes y el mal endémico de la corrupción política.
Ante este deterioro de los partidos políticos mayoritarios, emergen formaciones con fuerza, aunque minoritarias, como UPyD, Movimiento Ciudadano, VOX, el Partido X o Podemos, que si bien no parece que vayan a conseguir grandes resultados, es posible que erosionen y ocupen el espacio de otros partidos, por lo que es posible que a la larga, al PP y al PSOE les toque llegar a una gran coalición a la alemana. Además, hay que tener en cuenta, sin que sea un dato importante, que Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) suelen obtener mejores resultados en las urnas que en las encuestas.
En las anteriores elecciones europeas, el PP y el PSOE casi llegaban al 80 %, por lo que si en estas apenas alcanzan el 60 % habrán perdido un 20 % por el camino. Es una importante pérdida, pero no es el fin del bipartidismo, y tampoco un cambio de ciclo.
La mejora de la situación económica, aunque lenta y muy desigual, va a contribuir a frenar la caída del Partido Popular.
El primer baño de realidad se va a producir en las elecciones autonómicas de 2015. Autonomías como Castilla-La Mancha, en las que a pesar de haber ganado el Partido Popular de milagro, se ha gobernado de manera soberbia, manteniendo privilegios políticos, al tiempo que se reducian sueldos de funcionarios y se recortaban ayudas sociales, van a ser perdidas irremisiblemente por el Partido Popular. Pero en cambio, otras autonomías, como Extremadura o Castilla y León, en las que no se ha actuado de forma tan antisocial, pueden ser mantenidas por este partido.
Una de las causas del hundimiento de UCD fue por un lado la pérdida de votos por la izquierda y por la derecha, y la captación del los mismos por el PSOE y por el PP. En este caso, la pérdida de votos va a ser mínima, por la izquierda a causa de UPyD y Movimiento Ciudadano, y por la derecha por Vox. Y de este último, las encuestas no le dan ni un sólo eurodiputado.
En definitiva, una catástrofe electoral, como la ocurrida a la extinta UCD no es previsible, salvo que cambien mucho las circunstancias (que tampoco es probable). Pero sí va a suceder un cambio del escenario político, para el Partido Popular, supondría gobernar en minoría y de forma precaria, o formar una coalición con el PSOE. Y en el caso de que ganase este último, tres cuartas partes de lo mismo.
Jaime Arroyo
UPyD a la izquierda del Partido Popular ?? Yo la veo a la derecha !!
ResponderEliminarMira entonces desde el otro lado.
ResponderEliminarSí es muy probable que el PP acabe desintegrándose, a medio plazo yo lo daría por hecho, salvo que explote todo el país antes, pero esto es otra historia. La desintegración de la UCD fue estatal porque se cortocircuitaron (adrede, naturalmente) muchos proyectos que hubieran podido crear una nueva versión de la CEDA, más que nada porque AP se movió para que eso no sucediera. Pero UCD perdió muchos votos para CiU, o partidos regionalistas como UV, en Galicia se creó un partido nacionalista de gran parte de sus restos (CG), que fue dinamitado a cualquier precio por AP (y posteriormente absorbido). Esto es porque interesaba sobremanera crear un partido de ámbito estatal, y todo esto siempre es por cuestiones alimenticias (es decir, de dónde se saca la pasta para funcionar y quién la controla, en este caso la banca -estatal- se llevó el gato al agua, aunque no en todas partes).
ResponderEliminarAhora la desintegración del PP sí puede perfectamente ser regional. El PP va camino de desaparecer en Cataluña (por Ciutadans, que dudo mucho que conisga implantarse fuera y a corto plazo lo verán claro y se centrarán donde pueden pillar cacho), en Asturias (donde sus ex- los están hundiendo, me refiero a Foro), en Navarra (donde UPN se arregla para sobrevivir), es cuestión de tiempo que donde el PP pueda salvarse de la quema se escindan más o menos abiertamente del partido a escala estatal, por ejemplo en la citada Extremadura, en todo esto van a jugar lo ya citado, las fuentes de financiación, pero esto haría el post muy largo. Es perfectamente posible y como tiro de largo alcance yo creo que asistiremos a una desintegración regional del centro derecha que además rápidamente (porque le conviene) se organizará de forma federal, es decir, estilo la CEDA, creando un partido de abajo arriba en vez del PP actual que es totalmente arriba abajo.
Es posible que con la izquierda pase algo similar, pero está muy verde aún. Piénsese que en Cataluña o el País Vasco el PSOE está en barrena, y llegaremos a ver cosas increíbles como que Bildu se coma el electorado del PSOE (increíbles ahora, claro), igual que ERC lo está haciendo con el del PSC, se hagan los análisis interesados que se quieran.
Yo no creo que ERC le esté robando votos al PSC. Los que pierde éste van directos a la abstención. El crecimiento de ERC es a costa de CiU, del sector más nacionalista o redondamente separatista, que votaba CiU y no ERC por simple posibilismo; ahora que CiU ha mostrado que los planteamientos de ERC son viables (es una alucinación, pero está ahí) ese voto ultra ha ido a sus predios naturales. No deja de ser divertido ver cómo CiU no sólo se ha puesto la soga al cuello sino que la propia coalición accionará la trampilla que la ahorcará.
EliminarYo creo que ERC está comiendose literalemente el electorado del PSC. El PSC ha decidido suicidarse y pasar a ser la federación madrilena del PSOE en Barcelona, pues aquí tienen el resultado. La gente votaba al PSC, si el PSC no hace de PSC, pues se irán a lo más parecido, ERC.
EliminarEstoy de acuerdo con el comentario de arriba, no veo que UPyD sea izquierda.
ResponderEliminarUPyD puede ser radical y próxima al PP en materia de nacionalismos, pero en todo lo demás me parece muy desacertado decir que está a la derecha del PP, cosa, por otra parte, imposible si admitimos -como yo creo que es evidente- que el PP abarca también a la ultraderecha
EliminarSEÑORES, NOS ROBAN
ResponderEliminarPPSOE NUNCA MAIS
EN UN SIMULADOR ELECTORAL SI TODOS LOS VOTOS EN BLANCO FUERAN A OTRO PARTIDO, ESTE GANARIA.
UPyD y Ciutadans son partidos de extrema derecha identitaria como son la DVU alemana o el FN de LePen.
ResponderEliminarDejas prerfectamente claro que no has leído el programa ni has escuchado las propuestas de ninguno de esos partidos que nombras.
EliminarUPyD y Ciutadans de ultraderecha? Sabes lo que son los tonos de gris, socio?
ResponderEliminarUPyD y C's son partidos progresistas, a favor de los matrimonios y adopciones homosexuales, a favor de una ley de plazos, a favor de que los ricos paguen más o alcanzar un estado laico y federal. Es eso el PP?Un poco de lectura programática y menos HABLAR SIN SABER
ResponderEliminarSí, UPD y Ciutadans es ultraderecha. Le Pen no pide que los judíos sean enviados a las cámaras de gas y por eso nadie duda en calificarla de utlraderechista. Lo que existe es una confusión con la ultraderecha, la gente asume que un ultraderechista españolista tiene que ser religioso, y no tiene por qué ser así, es más, muchos ultraderechistas (antigua falange incluida) eran ateos y laicos en consecuencia. Es un problema de desconocimiento, efectivamente, pero de desconocimiento del tratamiento estocástico de los fenómenos sociales y no entender nada bien lo que son fenómenos independendientes y fenómenos dependientes. Como UPyD y Ciutadans no le deben nada a la Iglesia, ni ésta los apoya porque ponen todos los huevos en la misma cesta, entonces no tienen por qué comulgar con ruedas de molino de marca de la casa, lo que no quita el día de mañana que si llegan a entenderse con esos grupos sociales modifiquen sus puntos de vista. Es más, el PP depende mucho, es cierto que tiene más que una postura común, una jerarquía "no desafiable", pero existen muchos PP a nivel regional que se cagan en Gallardón y que de por ellos ser, el aborto sería libre y gratuito. Vuelvo a repetir que las deudas con la Iglesia las pagan los que las tienen, nadie más. Y con esto, con todo lo demás.
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