Empecemos por los pseudopolíticos. Nuestros gobernantes, legisladores, y la imagen en el exterior de las instituciones públicas de España, los miembros y miembras (¿no aprendieron en la escuela que en castellano el genérico engloba ambos sexos?).
Su concepto de cultura es similar al de los nuevos ricos. Hay que aprender lo último, lo más snob, lo que está de moda: lenguaje sms, habla cool, decir miembros y miembras (majaderías y majaderíos, muy mal el título del artículo). Pero la cultura clásica, la Historia, ¡buf! eso es muy rancio. No profundizar mucho, no sea que se enteren que en la República Romana, sólo se podía alcanzar el senado, tras una larga carrera de estudios. servicios militares y además estar pegado a la tierra. Así que no es de extrañar que muchos afirmen que España está por ver si existe (¿?) y que eran muchas naciones que se llevaban fatal entre ellas y no tenían nada en común hasta que llegó su buen rollito a pacificar todo (¿¿??).
Luego están los pseudoartistas. Estos que van de guays, pero que el dinero de las subvenciones no deje de entrar. Estos que se han cargado la cultura y que paradójicamente siempre la defienden como la excusa perfecta para lograr sus intereses. Si un libro o una película gusta es "vulgar", pero si es un bodrio infumable, con mal argumento, poco trabajado, que puede servir de sedante, y por supuesto de alguien de ellos, entonces es una "gran obra".
Hay muchos más, pero para no aburrir al personal, finalizaremos con los pseudoperiodistas, representantes de la sociedad de la desinformación. Escribiendo burradas, artículos y columnas sin el más mínimo trabajo de investigación o información, pero siempre bajo la voz de su amo. Pero da igual, ellos lo sueltan y si cuela, cuela. Y muchas veces cuela.
Cuela porque pensamos que los que nos legislan y gobiernan es la gente más preparada, pero no siempre es así.
Cuela porque pensamos que la cultura oficial es la auténtica cultura, y casi más bien a lo largo de la Historia ha sido al contrario.
Cuela porque pensamos que alguien que escribe en un periódico, tiene que se una persona preparada, pero a veces se valora más en los medios el enchufe, la polémica y el morbo, que la verdad.
Cuela y al final nos la cuelan.
Abraham G
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