Que no somos imbéciles

A vueltas con el mayor recorte de la democracia española, uno todavía se pone de más mal café cuando se entera que el BOE publica una subvenciones a los sindicatos por valor de 15.798.500. Sobran los comentarios. Ya sabemos que cualquier organización que se nutre de dinero ajeno no es una organización independiente. Si tanto les interesan los trabajadores podían ser algo más solidarios y renunciar a todo (sería mucho pedir) o a una parte de estas ayudas para que el recorte social sea menos lesivo, o si lo quieren de otra manera, que esas ayudas sean para otra cosa. Pero no, no y no. Hazme más, que más me merezco.

Una gran parte de los políticos españoles ya han perdido la vergüenza y ya les da igual ocho que ochenta. Se creen que somos auténticos imbéciles y nos tratan como si lo fuéramos.

Cuando no hay dinero, hay que apretarse el cinturón. Esto lo entiende cualquier hijo de madre. Pero lo que ya no entiende, ni puede entender es que se quiten 15.000 millones de euros a los pensionistas, minusválidos, funcionarios, madres y jubilados, antes que tocar 26.000 M € del despilfarro autonómico (los reinos de taifas), 278 M € de subvenciones a partidos y sindicatos (¿por qué no se valen de sus cuotas?), 5.874 M € de ayudas a  energías renovables (admitámoslo ya, son un fracaso y el precio de la energía un lastre para la economía), 414 M € a la cultura (o a la cultura-bodrio, es decir, para destrucción de la cultura), 2.808 M € de ayuda al exterior (pero que sea para ayuda y no para mantener ricos, corruptos y dictadores), y muchas más partidas, que entrando en detalles, algunas son unas auténticas imbecilidades.

Si se hicieran las cosas bien, íbamos a ver si disminuía o no el déficit público. Una vez que se quitaran gastos superfluos, entonces el recorte, por desgracia, tendría que ser social y no como se ha hecho, al contrario. Es decir lo fácil, quitar a los de siempre, a los de abajo, a los que da igual su protesta. Pero a la casta (política y lobbies) ni tocarla, que es sagrada. Y ésta hace el paripé de sacrificio con un ridículo 15 % (esto daría mucho de que hablar).

Jamás milité en ningún partido político. A veces voté a la izquierda, a veces a la derecha, y hoy, sólo me interesa la democracia y España. Me alegro haber sido y ser independiente. Tengo amigos políticos de varias tendencias y son buenas personas y además sensatas. Algunos reconocen estos despropósitos, pero otros, no hay manera de que reconozcan las cosas, y es que yo creo, y así se lo digo, que la política embrutece.

Fukuyama, en 1992, tras la caída del Muro de Berlín, predijo el fin de la Historia. Yo, en estos momentos críticos, afirmo el fin de la política. Ni izquierdas, ni derechas. Los dos huelen a rancio y desfasados que echan para atrás. Aunque en estos momentos pienso que peor gobernante que Zapatero va a ser difícil encontrarlo (no me gustaban González y Aznar, pero me parece que los va a hacer buenos).

La izquierda afirma que el empresario se enriquece y es explotador. Una pregunta, ¿son iguales de empresarios el pequeño autónomo, asfixiado por las deudas, que las grandes multinacionales?

La derecha afirma que hay que dejar todo a las leyes del mercado, porque eso garantiza la prosperidad. Con la actual crisis, ¿me lo dices o me lo cuentas?

A la gente de la calle ya nos cansa la politiquería y la verborrea de esta gente. Si unos dicen blanco, los otros tienen que decir negro. Y ya unos tiene suficientes años y experiencia para escuchar este teatro barato.

Lo que necesitamos ahora son buenos gestores. Y por desgracia tenemos a los peores. Lo menos que había que pedirles, ya que nos están hundiendo, que al menos estén callados. Porque escucharles da vergüenza ajena.

Que no somos imbéciles.

Jaime Arroyo Mendoza
jaimearroyomendoza@gmail.com
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4 comentarios:

  1. Olé tu sinceridad y punto de vista,

    Un saludo,


    Adelina

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  2. Muchas gracias, Adelina.

    Así pensamos la inmensa mayoría de la gente de la calle, "la mayoría silenciosa", y ya es hora de que hagamos valer nuestra opinión y se lo hagamos saber a nuestros mandatarios, que sepan que no tragamos con todo lo que nos echen. Sin posiciones violentas, ni exaltadas, con serenidad y equilibrio, sin demagogia y con razón.

    Ya es hora de que nos escuchen de una vez.

    Un saludo,

    Jaime

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  3. Muchas gracias por poner voz a muchos que no tenemos ni opciones, ni capacidad para expresarnos. Me siento indignada por la manipulación que están haciendo con todos nosotros. ¡Quiero gestores que nos lleven a buen puerto! Y sindicatos que velen por los obreros, no estómagos agradecidos que sólo levantan la voz (un poquito) cuando es a la gestión pública a la que tocan. ¿Donde estaban cuando despedían a miles de trabajadores? Por favor, necesitamos un cambio, un revulsivo... ¡algo!

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  4. Muchas gracias a tí por seguir nuestro blog. Vuestras voces serán siempre escuchadas en este blog.

    Yo también quiero gestores que nos lleven a buen puerto (ya me gustaría que fueran como otros de Europa). Yo también quiero sindicatos independientes (si no, no son sindicatos, sino paniaguados). No se entiende que en un país, como Estados Unidos, netamente capitalista y liberal económicamente, los sindicatos tengan más prestigio e influencia que en España. ¿Puede ser su independencia del poder político?

    Estoy contigo que necesitamos un cambio y que nuestra voz se escuche, con serenidad, con equilibrio, con razón. Somos la mayoría silenciosa, pero la mayoría.

    Un saludo,

    Jaime.

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