Los yihadistas quieren acabar con nosotros, en una lucha entre el bien y el mal

Atentado a Charlie Hebdo

Los múltiples atentados en París del 13 de noviembre de 2015 son una clara muestra de que el mundo civilizado está amenazado por unos bárbaros que nos quieren hundir sumiéndonos en la oscuridad histórica y vital.

No perdamos la perspectiva, ni nos equivoquemos. No es una lucha entre Occidente y Oriente, entre Cristianismo e Islam. Hay que recordar que la mayor parte de las víctimas de Daesh (o el mal llamado estado islámico) son musulmanes y que su pudredumbre humana lo sufren las gentes que viven en la zona del Próximo Oriente. Sí es en cambio una lucha entre la civilización y la barbarie, entre la tolerancia y el fanatismo, en definitiva entre el bien y el mal.

Pero, ¿cómo hemos llegado a hasta aquí? ¿cómo hemos acabado en esta degradación? Son muchas las causas, pero ahora debemos centrarnos en resolver el problema, porque lo tenemos y es bien gordo.

Urge acabar con Daesh o el mal llamado estado islámico, antes de que acabe con nosotros. Para ello, Occidente, Rusia y el mundo árabe, han de entenderse sí o sí. Y va a ser necesario, lo queramos o no, acabar militarmente por tierra con Daesh. Lo ideal: una fuerza multinacional formada fundamentalmente por fuerzas del mundo árabe, ya que conocen mejor el terreno y para que se entienda que la solución militar es regional y no se interprete como una intromisión de potencias occidentales o rusas.

El relativismo moral de considerar a las víctimas en el mismo plano que los terroristas me repugna. ¿Los muchachos que murieron en la discoteca Bataclan tienen la culpa de los problemas del pueblo palestino? ¿los emigrantes que murieron en España en los trenes tuvieron la culpa del apoyo del gobierno español a la intervención en Irak? Que lamentable espectáculo ante el mundo dio España. a todos los niveles, tras los atentados del 11-M. Nunca me gustó el humor de Charlie Hebdo (no hay que insultar a ninguna religión), pero nunca justificará el salvajismo de los terroristas.

¿Alguien se acuerdo del asalto de los yihadistas a la escuela de Beslán? Unos terroristas tomaron como rehenes a unos niños en la escuela de Beslán, donde a algunos de ellos les torturaron y violaron. El asalto de las fuerzas especiales rusas fue una auténtica chapuza, ya que confundieron un ruido con la inmolación de los terroristas con los rehenes, iniciando el asalto sin haber acabado el plan, en el que los terroristas murieron matando y violando a las adolescentes en el gimnasio. Aquello fue un terrible drama, en el que por salvar a los rehenes murieron muchos miembros de las fuerzas especiales rusas.

Pues bien, en muchos medios occidentales, la información sobre los tristes hechos de la escuela de Beslán dio verdadero asco: insuficiente negociación, exceso de las fuerzas especiales rusas, Putin está acabado, etc. Como si esos niños mártires, pobres y rurales, tuvieran la culpa de los excesos de Rusia en Chechenia.

Y sí, de aquella mierda, estos lodos. Es lo que trae el relativismo moral.

Rusos y radicales chechenos

Aunque Putin no sea ningún santo, la superficialidad con la que se trató el terrorismo yihadista en Rusia no ha ayudado a acercar posiciones. Y lo cierto es que aumentó su prestigio en Rusia enormemente. Y poco tiempo después, el yihadismo checheno actuaba con metástasis, provocando una matanza en Estados Unidos, en los atentados de la maratón de Boston.

Beslan y Boston, el horror del yihadismo

No confundamos las causas con las soluciones. El yihadismo de Daesh es un cáncer para la Humanidad, y por tanto sólo debemos pensar en extirparlo. Cuando una persona tiene cáncer no piensa en que algunas de sus células, que ella ha creado, le están atacando, sino, lógicamente, en deshacerse de ellas como sea. Lo importante es sobrevivir. Y lo importante es que sobreviva la civilización.

Jaime Arroyo


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