Crimea, Ucrania, Rusia y la insoportable hipocresía europea


Obsérvese la siguiente foto, para quienes saben leer entre líneas:

Fuente: El País

Son manifestantes prorrusos en Crimea, ciudadanos de apariencia normal, sin instrumentos ofensivos y sin aspecto violento. La inmensa mayoría son gente joven, cuya nacionalidad siempre o casi siempre ha sido ucraniana y que no han conocido la Unión Soviética.

¿Qué está ocurriendo aquí? Frecuentemente lo que se está contando en medios y tertulias no casa con la lógica elemental.

¿Cómo se puede sostener que la incorporación de Crimea a la Federación Rusa se ha hecho por la fuerza cuando de los más de 18.000 hombres que constituían las tropas ucranianas en Crimea, unos 17.000 han solicitado su integración en el Ejército ruso y 54 de los 67 buques de la flota ucraniana en el mar Negro han izado la bandera rusa?

De lo que no puede caber la menor duda, es que la inmensa mayoría de los crimeanos apoyaban la incorporación de Crimea a la Federación Rusa. Volvemos a casa, fue el lema coreado.

El problema es muy complejo y su comprensión dista mucho de posiciones simplistas. Vamos por partes.


1. Toda la movida empezó por la debilidad económica de Ucrania

Ucrania tiene graves problemas económicos. En el año 2009, el crecimiento cayó más de un 14 %.

La ayuda rusa era generosa, pero ¡cuidado! si la deuda pública de Ucrania se elevaba por encima del 60 %, Rusia tenía podía exigir que los bonos fueran pagados inmediatamente en su totalidad.

Y la de Unión Europea no era mejor. Préstamo y la troika vigilando las cuentas. Quítame servicios públicos y pensiones. Me da igual que no se toque a los políticos, a los favorecidos del régimen y a diversas mamandurrias. Entre bomberos no nos pisamos la manguera.

En definitiva, a Ucrania le ofrecieron mierda pinchada en un paloVae Victis (¡ay de los vencidos!).


2. La revolución ucraniana no era "guay"

Ademas de grupos fascistas y neonazis, tipo Svoboda, las actitudes de la revolución ucraniana distaban mucho de ser democráticas. Viktor Yanukovich sería todo lo bicho que quieras, pero había sido elegido democráticamente.

Tirar un cóctel molotov no es muy democrático precisamente. Pero estos individuos tenían el apoyo tácito de la Unión Europea y de Estados Unidos.

Además ¿lo qué ocurre en una ciudad provocado por grupos de exaltados puede extrapolarse a todo el país?


3. ¿Qué legitimidad democrática tiene un gobierno golpista como el actual de Ucrania?

Ucrania es un país al que dividió la Segunda Guerra Mundial. La parte oeste es pobre y desindustrializada, de donde proceden la mayor parte de los extremistas que se han hecho con el poder. Acogieron en 1941 a los nazis como libertadores y colaboraron con ellos. La zona central es predominantemente agrícola y la parte este prorrusa e industrial.

Muchos de los elementos que han depuesto al presidente Yanukovich, que fuese lo que fuese fue elegido democraticamente, comparten ideas de Hitler, como muerte a los judíos, muerte a los comunistas y a toda la izquierda.

Es absolutamente vergonzoso que por los intereses de los oligarcas de Francia y Alemania, aplaudidos por lacayos apátridas como Rajoy, Europa haya apoyado un régimen golpista.


3. La Unión Europea y Rusia están locos por la música

Aquí hay un claro perdedor, que es Ucrania. Rusia nunca llevó bien su separación porque lo considera su origen.

Los intereses de Europa y Estados Unidos son menos espirituales. Ucrania es enormemente rica en reservas de gas y agricultura. Por otra parte, las reservas de oro de Ucrania fueron trasladadas el 7 de marzo a Estados Unidos.

La línea dura de la Unión Europea contra Rusia y con intereses en el suministro de gas está representada por Alemania, los países bálticos y Polonia. Pero no esperaban encontrar enfrente de ellos a un político audaz y patriota como Putin, que perdió a parte de su familia en la invasión nazi de Rusia, provocando más de 20 millones de muertos.

Sólo pensar en los sufrimientos que la Segunda Guerra Mundial les ocasionó a los rusos, está claro que jamás van a consentir un régimen nazi o filonazi en sus fronteras. Debieran haberlo previsto.


4. Independentismo sí, mientras no me toque a mí

La hipocresía europea es insoportable. Consintió la independencia de Kosovo con mayoría serbia para que se terminase convirtiendo en un chiringuito de las mafias albano-kosovares.

La independencia de Cataluña terminaría en un estado corrupto, todavía con más corrupción que la que tiene España, que ya es decir. No es difícil llegar a esta conclusión analizando el historial de sus políticos.

La legalidad para la Unión Europea varía según sus intereses. El gobierno golpista de Kiev, es legal porque les interesa, mientras que el referendum de Crimea es ilegal (que en realidad, lo es) porque no les interesa.


5. Lo que significa Crimea para los rusos

Crimea forma parte de Rusia desde 1783. Fue escenario de una importante guerra entre 1854 y 1856. Para los rusos siempre fue parte inseparable que Jruschov regaló a Ucrania, sin que se sepa por qué (¿andaría el vodka por medio?).

Además Crimea para los rusos es como para los españoles Benidorm, Cartagena de Indias para los venezolanos o Niza para los franceses. Una enorme parte de los rusos han ido ahí de vacaciones y hay lazos sentimentales. Crimea, dentro de lo que son los rigores del invierno ruso, tiene un clima parecido a las de las dos mesetas españolas, tiene verano y tiene mar, lo que la convierte en destino turístico.


6. ¿Qué va a pasar?

Que la Unión Europea se va a tener que comer el marrón de Ucrania por su avaricia y su incompetencia. Se va a aprobar un paquete de medidas por valor de 15.000 millones de euros, que posiblemente no vaya a aliviar situaciones de miseria, sino a rescatar bancos y mejorar las fuerzas de seguridad.

Estados Unidos, como quien no quiere la cosa, poco a poco va a ir desvinculándose, pues comprende que ha metido la pata hasta el fondo. Las sanciones procurará que sean, sobre todo, paripé, ya que en primer lugar, economicamente le pueden perjudicar, más que favorecer y en segundo lugar, para nada le interesa tener de enemigo a Putin, ya que la situación geopolítica no tiene que ver con la de la Guerra Fría y le interesa su apoyo, por ejemplo, contra el fundamentalismo islámico.

El problema puede surgir como los ucranianos comprueben que la ayuda recibida de la Unión Europea va para las oligarquías y la situación se vaya acercando a la de Grecia, mientras en Ucrania mejora la calidad de vida de los que se pasaron a los rusos (los funcionarios han visto duplicado su sueldo por 2,4 y los trabajadores de la empresa privada esperan multiplicarlo por 3,6). Entonces los prorrusos van a aumentar y eso va a ser causa de conflicto.


7. ¿Cómo va a afectar a España?

Rajoy, nada más llegó al poder, dijo que todo lo que le impusiera la Unión Europea lo iba a cumplir. Esas declaraciones tan babosas jamás las debiera decir un gobierno que en teoría representa a un pueblo. Si bien es cierto que los compromisos internacionales se deben cumplir, la soberanía del pueblo está por encima, como afirma nuestra actual Constitución.

De los 15.000 millones del paquete de rescate de la Unión Europea, España aportará nada menos que 1.094 que irán destinados, en principio, a mejorar las fuerzas de seguridad ucranianas y en las que posiblemente se integren muchos de los revoltosos que han participado en las peleas de Euro Maidán.

Otra mala gestión del dinero público que a los españoles les cuesta pagar con sus impuestos.


8. ¿Es posible decir y oír más tonterías?

No podemos afirmar que los métodos de Putin sean conformes al Derecho Internacional. Lo de las tropas sin distintivo ha sido algo que se sale de la norma. Para que los combatientes sean considerados como tales y amparados por tanto por los Convenios de Ginebra, debe de estar claramente identificada su procedencia.

Pero si los rusos hubieran sido considerados una verdadera fuerza de ocupación, se hubieran producido un gran número de altercados, algo que no ha ocurrido. Está claro que contaban con el apoyo de la inmensa mayoría de la población.

Antes de todo esto, los crimeanos que deseaban formar parte de Rusia eran un porcentaje superior al 60 %. Cuando las revueltas de Euro Maidán, al comprobar las simpatías filonazis de sus representantes, superó el 80 %, que fue aumentando paulatinamente cuando muchas personas, entre ellas muchos judíos, se fueron a refugiar a la Península de Crimea. Por tanto, no es nada disparatado, afirmar que más del 90 % de los habitantes de Crimea querían la anexión a Rusia.

Está muy claro, se mire por donde se mire, que la incorporación a Rusia ha tenido un apoyo popular abrumador y, en principio, les va a favorecer claramente, por tanto, ¿cómo es posible oír tantas tonterías?





Jaime Arroyo


Entradas relacionadas: el análisis de Jaime Arroyo

Compartir
    Blogger Comentarios
    Facebook Comentarios

0 comentarios:

Publicar un comentario