Es una leyenda urbana con múltiples variantes, que juega con el terror.
La versión clásica es una chica a que vuelve a casa tras salir de fiesta a altas horas. En un tramo oscuro y solitario, se encuentra con un grupo de vándalos con oscuras intenciones. La quieren violar. Ella entre lágrimas les dice que es virgen. Entonces le dicen que debe elegir entre ser violada o que le hagan la sonrisa del payaso.
La muchacha, sin saber bien en que consiste la sonrisa del payaso, lo elige. Entonces unos de ellos, con una navaja le corta desde la comisura de los labios hasta las orejas, dejando su boca y cara totalmente desfiguradas y una horrible cicatriz para toda la vida que asemeja una macabra sonrisa de un payaso.
Otra variante es cuando ofrecen pinchazo, pellizco o patada. El pinchazo es una navajada. El pellizco arrancar los pezones con unos alicates o tenazas y la patada es que les hacer morder un bordillo de la acera y al dar una una patada partirles los dientes,
Y todavía otra variante: la corbata: agarrar la lengua con unas pinzas, tirando de ellas hata romperla.
¿Verdadero o falso?
La maldad humana llega a límites insospechados y de ello hay numerosas pruebas en la historia. Sin embargo no hay pruebas fechacientes de estas fechorías, que se repiten con numerosas variantes, como la de unos supuestos neonazis en Madrid, o unos supuestos latin kings en Valladolid.
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