En los tiempos difíciles, hay que tener valor. Los tiempos difíciles no son propios para melancolías o sensiblerías. Piensa que los acontecimientos te pueden llegar a devorar, y si no controlas el barco en el que viajas, puedes llegar a naufragar. Tu vida puede naufragar.
Sustituye la tristeza y el miedo, por la ilusión y el valor. Delante tienes un mundo por descubrir, no sólo exterior, sino también en tu interior.
Muchas personas que a la fuerza han tenido que hacer un cambio importante en sus vidas han experimentado y descubierto nuevos aspectos de la vida que desconocían, amas de casa que al marcharse sus hijos han estudiado, divorciados que han encontrado una pareja mucho mejor, trabajadores que al quedarse en paro han encontrado el trabajo de su vida.
Siempre buscamos una excusa para no realizar nuestros sueños, lo haré cuando me toque la lotería, cuando tenga tiempo, cuando cambie la vida... y lo cierto es que la vida no cambia, somos nosotros los que tenemos que hacerla cambiar. Ha llegado la hora de ser dueños de nuestras vidas. Debemos tomar una decisión, establecer unas metas y trabajar duro para alcanzarla.
La vida está cambiando continuamente, pero siempre nos empeñamos en verla como una foto fija. Pero lo cierto es que todo fluye y todo cambia.
¿Cuáles son las claves para reinventarte, dando un nuevo sentido a tu vida?
1. Ser conscientes de que hay que dar el primer paso. Mirar hacia delante y empezar. Dice que un proverbio chino que un viaje de miles de kilómetros empieza con un sólo paso. Acepta tu miedo, sólo los irresponsables no lo tienen, pero piensa que lo que lo que vas a ganar merece la pena.
2. Piensa bien tu decisión. No se trata de cambiar irracionalmente o tirarse al ruedo sin pensarlo, sino tomar una decisión meditada y planificada. Cuando se avanza en la vida, la experiencia y el bagaje es mayor, pues la experiencia es sabiduría. No sólo has de reinventarte una vez, sino varias veces en la vida.
3. Valora tu situación actual. Identifica claramente donde te hallas y a donde quieres llegar. Afronta la nueva etapa con realismo y esperanza.
4. Establece la dirección a seguir y las metas intermedias. Si no hay una ruta, difícilmente llegaremos al objetivo.
5. Y ahora el paso decisivo: ¡adelante!
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