El día 5 de noviembre, el personal de limpieza viaria y jardinería de Madrid iniciaba una huelga indefinida. El motivo era que tres de las empresas adjudicatarias, OHL, FCC y Sacyr-Valoriza, tenían encima de la mesa despidos y rebajas salariales, algunas tan drásticas de hasta un 43% en sueldos de 1.100 euros mensuales.
Las empresas sostienen que la reducción del presupuesto municipal les obliga a ahorrar costes, mientras que el Ayuntamiento de Madrid afirma que es un conflicto laboral ajeno a su competencia, pero amenaza con multas a las empresas concesionarias por incumplimiento de contrato.
No seré yo el que defienda a los sindicatos, necesarios en un país democrático, pero con su comportamiento han demostrado no estar a la altura, ni mucho menos a los odiosos piquetes violentos y antidemocráticos, pero pretender que muchos trabajadores del servicio de limpieza de Madrid les rebajen el sueldo a unos 650 euros o simplemente ir a la calle y lo acepten con una sonrisa, me parece que es no vivir en este mundo, ni conocer la realidad de la calle.
Las empresas concesionarias y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, cuando los trabajadores fueron a la huelga, pensaron que la población iba a estar con ellos, pues es muy desagradable ver y oler la basura en la calle sin recoger, aparte de la imagen que da a la ciudad.
Pues he aquí que se han equivocado por completo, resulta que los trabajadores de la limpieza de Madrid han encontrado, a pesar de las evidentes molestias provocadas, bastante solidaridad entre la ciudadanía.
Las bromas que hace unos años se hacían sobre los funcionarios, sobre lo que se quejaban los trabajadores "privilegiados" (para algunos) o el tópico proesclavista de que habiendo paro ningún trabajador se debe quejar, hoy ya no tienen gracia alguna, pues las reducciones de sueldos a funcionarios y la pérdida de derechos de los trabajadores, está claro que no han servido precisamente para que el país sea más rico y próspero, sino para aumentar las desigualdades sociales y acabar con la clase media.
Como a los políticos la crisis no les ha afectado, ni han perdido ningún privilegio, a veces parecen olvidar que aquí ha habido y sigue habiendo una brutal crisis, y vaya si la ha habido. Para una gran parte de los españoles, la situación es terriblemente angustiosa. No está el horno para bollos.
Alguien puede alegar, con toda lógica, que si no hay dinero no se va a pintar, ¿pero no hay dinero? A veces no parece que la cosa ande tan escasa, a juzgar por los festejos y la intención de convertir Madrid en sede olímpica.
Pero no se me vayan todavía, por favor, que ahora vamos a hablar de cargos "digitales", ya que vamos a repasar un poco la evolución "amiguil" del Ayuntamiento de Madrid.
Marzo 2003. Organigrama Urbanismo del Ayuntamiento Madrid referente a cargos políticos y/o libre designación (antigua Gerencia Municipal de Urbanismo):
- 1 Concejal.
- 1 Gerente.
- 5 Directores de Servicio.
- 23 Jefes de Departamento.
Son en total 30 cargos de elección a dedo. Un Director de Servicios venía a cobrar cerca de 3.000 euros al mes.
Abril 2012, nueve años más tarde. Organigrama Urbanismo de Madrid referente a cargos políticos y/o libre designación (Área de Gobierno de Urbanismo):
- 1 Delegado (anteriormente denominado Concejal).
- 1 Secretario Técnico.
- 2 Coordinadores.
- 4 Directores Generales.
- 17 Subdirectores Generales.
- 20 Jefes de Servicio.
- 59 Jefes de Departamento.
En total 104 cargos de elección a dedo y ninguno de ellos funcionario de carrera. Un Subdirector General viene a cobrar cerca de 7.000 euros al mes.
Y ojo, estamos hablando sólo del Área de Gobierno de Urbanismo. Porque extrapolando esto al resto del Ayuntamiento de Madrid, en el año 2012 tenía nada menos que 255 cargos de confianza, sin oposición o concurso de méritos, rebajándose a 216 en 2013.
Todo esto supone, nada más y nada menos, que 1/5 del presupuesto del Samur, 1/10 del de los bomberos, 1/2 del de bibliotecas, el doble del de museos, 1/3 del recorte en servicios sociales o 1/2 del recorte en cuestión de la limpieza de calles.
Y se mantiene este presupuesto "amiguil", en un ayuntamiento que arrastra una brutal deuda de 7.389 millones.
Si París, ejemplo de buena gestión municipal, siendo la quinta ciudad europea en número de habitantes (12.223.100), mantiene 30 asesores (teniendo un límite de 40), ¿cómo es posible que Madrid (3.215.633 habitantes) necesite 211?
Si todo esto lo extrapolamos al resto de organizaciones locales (ayuntamientos y diputaciones), comunidades autónomas (algunas con muy bellos chiringuitos), y al resto de organizaciones estatales (fundaciones, empresas públicas, entes opacos, etc)... mejor vamos a dejarlo, no sea que nos dé un soponcio.
¿La culpa del gasto de personal en las administraciones públicas es del funcionario mileurista? ¿La culpa de la crisis es del trabajador que vivió por encima de sus posibilidades? ¿la culpa del déficit público son del parado y del autónomo que defraudaron impuestos?
En los tiempos actuales, empobrecidos y con la sensación de haber sido engañados, estas frases suenan a malos chistes.
No cuelan, hace tiempo que estos mantras baratos ya no cuelan.
Jaime Arroyo
0 comentarios:
Publicar un comentario