Aprender a adaptarse
Frecuentemente ocurre que cuando estamos estresados, angustiados, disgustados, diferimos la solución de nuestros problemas al futuro. Me desestresaré cuando me marche de vacaciones, se me pasará la angustia cuando gane más dinero, se solucionarán los problemas cuando cambien las cosas.
Es algo que por un lado está bien, ya que en la vida no se puede perder la esperanza.
Pero, ¿qué ocurre cuando no llegan esas vacaciones tan esperadas? ¿que ocurre cuando no se gana más dinero? ¿cuando las cosas no van como deseamos? Porque estas cosas suceden, no nos engañemos. Nosotros tenemos una idea de futuro, pero la vida frecuentemente se encarga de desbaratarlo todo y de demostrarnos que no por que deseemos una cosa ésta va a ocurrir.
¿Qué ocurre entonces?
Que la solución está en nosotros, aprender a controlar el estrés, aprender a vivir con estrecheces económicas, aprender que nos importe un bledo lo que piensan de nosotros.
No hay una fórmula mágica, ni una fórmula que valga para todos. Al contrario, cada uno necesita la suya. Es la hora de mirar dentro de cada uno.
Y de buscar la solución que cada uno necesita.
¿Qué influye más en la vida, los propios logros o la suerte?
No tiene ningún sentido decir que la suerte en la vida no es importante. No es lo mismo nacer en el seno de una familia adinerada que en medio de un campamento de refugiados en África. Ahora bien esto no quiere decir que no se pueda modificar el destino, son bien conocidas las historias de gente que ha llegado a lo alto partiendo desde condiciones muy desfavorables y gente que teniéndolo todo en la vida, todo lo han tirado por la borda y han acabado en la desgracia.
A veces se dice: tenemos lo que nos merecemos; esta frase es cierta, pero nunca se debe entender de una manera absoluta.
Los tratadistas del éxito han estudiado numerosos casos de personas y han llegado a, la conclusión, en cuanto al éxito económico se refiere, que la mayor parte de las personas adineradas partieron de condiciones muy difíciles.
Luchar por tus sueños siempre merece la pena
El destino no está escrito y se puede cambiar con esfuerzo. Para ello hay que mantener la moral bien alta, ya que el estímulo es necesario para ese esfuerzo extra que nos llevará al éxito, porque está claro que si hacemos lo mismo que hacen los demás o nos esforzamos como lo hacen los demás nunca destacaremos y por tanto viviremos en la mediocridad.
Cuando la vida no sonríe, cuando todo son preocupaciones, lograr un pequeño logro puede hacer que sonriamos o que nos trae la alegría en medio de tantas malas noticias. Ya sólo por eso merece la pena esforzarse.
Siempre merece la pena luchar por tus sueños. Se pueden lograr o no, ya que dependerá que además de nuestro esfuerzo, el viento sople a nuestro favor, pero en todo caso, la lucha siempre será apasionante, mucho mejor que ver como pasa el tiempo y nos hundimos en la mediocridad y en la pesadumbre.
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