Todos somos todos

Que la crisis la están pagando quienes no la han provocado no es ningún secreto. Como tampoco lo es que la están pasando los más desfavorecidos.

Afortunadamente, algo se empieza a mover y curiosamente también entre los funcionarios, un colectivo tradicionalmente apático. Despreciados, cuando no odiados, por el resto de los trabajadores, la derecha neoliberal les considera como un objetivo a desaparecer o minimizar y la izquierda ultramontana como siervos del poder y sus engranajes.

Todo esto afortunadamente tiende a desaparecer. Esa administración de corte prusiano, desconectada del pueblo y de la realidad, que aparece en los chistes de Forges, aún existe, es cierto, pero ya no es ni una sombra de lo que era en el pasado.

Hace unas décadas, los hijos de los funcionarios hacían oposiciones, los hijos de los padres que tenían una empresa familiar trabajaban en la misma, los trabajadores de una empresa intentaban que sus hijos trabajasen en la misma. Hoy todo eso ha cambiado. Nuestra sociedad es más móvil. No es raro que un agricultor o un autónomo tenga un hijo funcionario, que al hijo de un funcionario no le agrade la burocrática vida de su padre o su madre y decida montar una empresa, que un trabajador de una empresa tenga una hija que quiere ser funcionaria y así. Hoy las castas y las verdades sociales absolutas no tienen ningún sentido.

Más que por el recorte en sí, que hasta cierto punto pueden entender que la cosa esté mal, los funcionarios están muy cabreados porque se les ha cogido como paganos a ellos, a los jubilados y a otros colectivos, cuando se sigue gastando el dinero a espuertas y en otras cosas con utilidad cero.

También están muy cabreados con los sindicatos y no quieren -esto es novedoso- que sus iniciativas reivindicativas se asocien a los mismos.

Una de estas iniciativas de la que nos hemos enterado, pero afirmamos que no tenemos nada que ver con la misma, pero que apoyamos pues nos parece justa, parece ser que ha partido de una funcionaria y se está moviendo a través de los correos electrónicos. Y es la siguiente:



Todos somos todos, pero parece que en tiempos de crisis TODOS somos los de siempre: los trabajadores.
 
Yo soy funcionaria, mi marido no.

El año pasado, 2009, hubo reajustes en su empresa. A él le bajaron el sueldo, tuvo suerte. Muchos de sus compañeros ya no se levantan a las siete para ir a trabajar.

Este año me bajarán el sueldo a mí. Es lógico, no me opongo. La cosa está muy malita.


A lo que me opongo es a que nos despidan, o nos congelen o nos bajen los sueldos y pensiones siempre a los mismos, los currantes.

Los políticos en activo o retirados, las grandes fortunas, los pobrecitos futbolistas o artistas que desvían sus millones a paraísos fiscales… a esos no los toquemos, pobres. Y tantos otros chupópteros que se no me caben en el mail. Y si los políticos deciden bajarse el sueldo, no nos preocupemos, encontrarán la manera de compensarlo a base de dietas o desplazamientos.

Mi marido y yo no, tú tampoco, pero ellos sí.
 
Y los sindicatos… ¿qué podemos decir de los sindicatos…? ejem… Si los dejamos nos llevarán a la huelga general, que es justo lo que necesitamos: que nos quiten parte del sueldo el mes que viene, con lo sobraditos que vamos.
 
Yo no voy a ir a ninguna huelga. Mi marido tampoco. Necesitamos hasta el último céntimo cada mes, porque mis hijos tienen el feo vicio de comer tres veces al día, y al banco, ¡qué curioso! le da igual lo nuestro y quiere cobrar la hipoteca cada día 1. Seguro que tú también tienes lo tuyo. ¿Te suena?
 
Vamos a hacernos oír de otra manera. Vamos a hacer entender a nuestros dirigentes que queremos salir de la crisis, que vamos a arrimar el hombro, pero TODOS. Vamos a pedirles que busquen la manera de rebajar el gasto inútil y de cobrarles más impuestos a los pobrecitos ricos, de eliminar los privilegios de esos pocos que no trabajan ocho horas al día, ¡ay ocho! SI NO TRABAJAN...
 
Vamos a ver si saben contar cuántos españoles queremos salir de la crisis ENTRE TODOS.
 
LA SEMANA DEL 31 DE MAYO AL 6 DE JUNIO ENVÍA UN SOBRE BLANCO, sin nada dentro, vacío, como nuestros bolsillos.

Dirección: Sr. Presidente del Gobierno
Complejo de la Moncloa, Avda. Puerta de Hierro, s/n. 28071 Madrid (España)
Remite: todosSOMOStodos
   
Ya veréis como lo entienden.

No te costará gran cosa, apenas unos céntimos en un sello y unos minutos para comprarlo. Es necesario que sea algo material, que se amontonen las sacas de cartas en blanco, que salga en los telediarios.
 
Esta carta llegará a todos los partidos políticos y, por supuesto, a Moncloa. No hay ningún partido político detrás de esto, no hay página web, no hay nada más que un montón de ciudadanos que no quieren ir a la huelga, porque no pueden perder más dinero, pero quieren que se sepa que NO ESTAMOS DE ACUERDO CON PAGAR EL PATO NOSOTROS SOLOS.
 
Si quieres, PÁSALO. Si decides reenviar este correo, no pongas las direcciones en “para”, ponlas en “CCO”. A nadie le interesa quiénes son tus amigos y cuáles son sus direcciones.
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