Los ciudadanos españoles tienen una cita con las urnas el próximo 25 de mayo de 2014. La mayor parte de los analistas coinciden en que se pueden producir cambios importantes en el panorama político español. El Partido Popular podría hundirse a pesar de la salida de la crisis, pero el Partido Socialista no remontaría, lo que daría lugar a la subida de otras formaciones políticas, cambiando el escenario político, ya que estas formaciones políticas entrarían a formar parte de las instituciones.
Mariano Rajoy adoptó la estrategia de ser dos años estricto y en los dos años siguientes, ser magnánimo y recoger el fruto. Pero parece indicar que era una estrategia equivocada. Que los platos rotos son tantos, que por mucho que se peguen, van a seguir rotos.
Por otra parte, Alfredo Pérez Rubalcaba pensó que con quemarse en su gestión el Partido Popular, no sería difícil volver a gobernar dentro de cuatro años. Pero también parece que es otra estrategia equivocada. Los ciudadanos siguen echando en falta una oposición en el gobierno que ejerza como tal, que ofrezca alternativas creíbles, y no simples tópicos y demagogias.
Hay quien piensa que las elecciones europeas del 25 de mayo carecen de importancia, pero, sin ser cruciales, son importantes por varias razones:
1. Son una antesala de elecciones decisivas para el país, como son las autonómicas y nacionales. Son una radiografía de como respira políticamente España en ese momento. Para formaciones políticas no mayoritarias son decisivas, al comprobar sus posibilidades de cara a locales, autonómicas y generales.
2. En el exterior son tomadas en cuenta. Hay que considerar que son precisamente europeas y que sus resultados se dirigen al Parlamento Europeo. Por otra parte, son un indicativo del desgaste del gobierno y sus posibles alternativas. Esto no es ninguna broma de cara a los gobiernos extranjeros y a las agencias de calificación crediticia.
3. Más que ninguna, reflejan la auténtica realidad política de España en su conjunto. Al ser España circunscripción electoral única, eliminan los sesgos de la circunscripción electoral provincial, por lo que proporcionan la imagen más fidedigna del electorado español en su conjunto.
4. Pueden hacer repensar estrategias al gobierno, a la oposición y al resto de los partidos, al comprobar que sus planteamientos poseen o carecen de apoyo popular.
Estas son las diez razones por las que se puede hundir el Partido Popular en las próximas elecciones:
1. Ha incumplido, a excepción de la reforma del aborto, todo su programa electoral
Esto supone una gran decepción para su electorado sociológico y para los que no lo son, que le votaron pensando en su programa electoral. En algunos aspectos, no sólo no ha cumplido su programa, sino que ha hecho todo lo contrario.
2. Mariano Rajoy no puede dar peor imagen de presidente
A pesar de prometerlo, nunca ha dado explicaciones en público, se ha refugiado detrás de una pantalla de plasma, dando una imagen de cobardía e indiferencia por los ciudadanos. Su campaña de imagen no ha podido ser más pésima.
3. Las sombras de corrupción
El caso Bárcenas, Blesa, Matas, Fabra, son nombres que pesan como losas en el historial del Partido Popular. Son muchos y a eso hay que añadir las sospechas de haber echado una mano en el caso Noos, en el que aparecen la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín.
4. Se ha creado una imagen antisocial
Al reducir las ayudas a la dependencia, actuar contra la sanidad y la educación, abaratar el despido sin ninguna contrapartida y privatizar servicios públicos, ha perdido por completo el apoyo de las clases populares, que lo ven como un partido que favorece sólo a los económicamente pudientes.
5. No ha tocado ninguno de los privilegios de la clase política
Su reforma de la Administración ha sido el quiero y no puedo, y muchos ciudadanos lo ven como una tomadura de pelo. No se ha tocado ninguno de los abusivos privilegios de la clase política, ni se ha limitado el excesivo número de componentes de la misma, ni su gran lastre económico.
6. Los ciudadanos no ven mejoría económica
Apenas se produce disminución de las tasas de desempleo, la tarifa eléctrica sube de una manera abusiva y a las familias les cuesta llegar a fin de mes. Para la mayor parte de los ciudadanos la mejoría económica ni está, ni se la espera. Crecimientos ridículos del cero coma por ciento no van a cambiar la vida de muchos ciudadanos desesperados.
7. No ha demostrado firmeza frente al desafío independentista
Frente a la deriva independentista de Artur Mas, no ha reaccionado de manera adecuada, sino con reuniones secretas, por lo que dado una imagen de pactismo y de cambalache, al margen de los ciudadanos, como si fuesen una casta que actúa de espaldas a ellos.
8. Ha atacado a los funcionarios gratuitamente, de una manera injusta y demogógica
Si bien no les ha reducido el sueldo, aunque se lo ha congelado (reducción, al fin y al cabo) y eliminado una paga extra que promete devolver en 2015, ha actuado contra ellos de una manera injusta y demogógica, que no ha mejorado, sino empeorado, la eficacia de la Administración. Los incompetentes siguen igual, mientras los competentes están desilusionados. Gran pérdida de votos, suficiente para perder la mayoría absoluta.
9. La aprobación de una ley del aborto más restrictiva que la de 1985
Que la única promesa cumplida no haya sido precisamente una más social desde el punto de vista económico, da la imagen de haberse plegado a sectores próximos al clericalismo, además de dar una imagen autoritaria al aprobar una ley que no cuenta con la aprobación popular y que menos de un tercio de sus votantes apoya. Que no se incluya el supuesto de malformaciones, al tiempo que se recortan ayudas a la dependencia, hace aumentar su imagen antisocial.
10. Ha dado de lado a las víctimas del terrorismo
La pasividad ante la derogación de la doctrina Parot y la imagen de la puesta en libertad de terroristas, asesinos y violadores múltiples, con el enojo y la amargura de las víctimas del terrorismo, no es algo que precisamente haya gustado a su electorado sociológico.
Y estas son las diez razones por las que el Partido Socialista no va a recoger esta pérdida de votos:
1. Rubalcaba sigue sin convencer
El electorado desea ver caras nuevas y Rubalcaba está quemado. En su haber lleva una gran experiencia de gobierno, ya que estuvo, tanto en los de Felipe González, como en los de Zapatero, pero en su contra tiene la imagen negativa de los mismos y la apariencia de estar aferrado al poder.
2. Imagen de incompetencia
No existe una oposición eficaz, con argumentos sólidos y fundamentados, con personas de sólida autoridad, entendida esta como conocimiento y experiencia en su discurso, sino que se centra en aspectos puramente ideológicos, cuando no demagógicos. El PSOE no convence en su oposición.
3. No parece ser capaz de frenar la desvertebración territorial de España
El pactismo con el nacionalismo le está pasando factura al PSOE porque los ciudadanos piensan que se plegaría todavía más a los nacionalistas que el Partido Popular. Por otro lado, la existencia de varios discursos contradictorios no le favorece en este sentido
4. No termina de dar una imagen completamente social
Todavía siguen pesando en su contra los recortes sociales a pensionistas y funcionarios y la reforma de la Constitución en unión con el Partido Popular. Parte de su electorado ya no le considera un partido de izquierdas.
5. Se da por hecho que no actuará contra los políticos y que no pondrá orden en los sindicatos
La mayor parte de los ciudadanos cree que los sindicatos ya no representan a los trabajadores y sólo actúan en beneficio de sus propios intereses, unidos en cierta medida a los de la clase política. La mayor parte de la población duda que el PSOE llegaría a actuar para poner algo de orden.
6. La sombra de la corrupción
No son pocos los casos en los que han caído sombras de sospecha sobre el Partido Socialista, pero acaso el más llamativo ha sido el de los EREs de Andalucía, cuyo descrédito por sus beneficiarios ha llegado hasta el punto de abuchear e insultar a la jueza instructora.
7. Cada vez se le asimila más al Partido Popular
Muchos ciudadanos emplean la palabra PPSOE para referirse a los acuerdos que toman esos partidos, sobre todo en la defensa de sus privilegios políticos, como el nombramiento de cargos del Consejo General del Poder Judicial. No son pocos los que hablan de una futura coalición, unos en forma negativa, como en Grecia, y otros en forma positiva, como en Alemania, pero lo cierto es que cada vez se les ve más iguales, o al menos, compinchados.
8. Suscita recelos en materia económica
Aunque la teoría de que el PP era bueno en aspectos económicos y bajaba los impuestos se ha roto con el gobierno de Mariano Rajoy, el PSOE sigue suscitando recelos en materia económica, sobre todo por el recuerdo de la mala gestión en este sentido del gobierno de Zapatero.
9. Ha perdido apoyo de funcionarios y pensionistas
Dos colectivos que deciden las elecciones. Al primero le congeló las pensiones y al segundo le redujo los sueldos, los dos hechos por primera vez sucedían en la democracia. Su recuerdo sigue pesando demasiado para ambos.
10. No ilusiona porque no da confianza, ni crea esperanza
Aunque esto no sólo es propio del PSOE, sino también de otros partidos, sí lo necesita para desalojar al partido que gobierna y en este caso el PSOE no lo posee. Su discurso no es positivo, ni da confianza, ni se proyecta al futuro, por lo que no crea esperanza.
Jaime Arroyo
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