La vacuidad del mundo


Algo que caracteriza a la materia y, por tanto, al mundo, es el enorme vacío que reina en el mismo.

El mundo, la materia, el átomo están prácticamente vacíos. La naturaleza de la vacuidad es un concepto fácilmente entendible, pero sin embargo difícil de expresar y definir, y que ha atraído a numerosos estudiosos de la ciencia, la física, la filosofía y el budismo.

En el átomo, casi toda la materia existente se concentra en un núcleo minúsculo y a gran distancia del mismo, en términos comparativos, se encuentran los materialmente insignificantes electrones, que sin embargo son el entramado que sostiene el átomo.

En el Universo, las galaxias están separadas a gigantescas distancias de años luz unas de otras. Dentro de las galaxias, las estrellas y sistemas planetarios también se encuentran separadas por brutales distancias. En el espacio exterior, la nada y el vacío es lo que predomina.

Si por determinadas circunstancias, la materia se comprime por un colapso gravitatorio, rompe el orden preestablecido y la atracción gravitatoria se hace irresistible, hasta para la luz. Es un agujero negro que se traga todo lo que encuentra, deformando el espacio y el tiempo.

Se ha teorizado con la posibilidad de que un agujero negro se transforme en un agujero de gusano, que permita, en el caso hipotetico de sobrevivir a sus enormes presiones y radiaciones, de viajar en el tiempo y en el espacio.


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