Los ciudadanos hace tiempo que están cansados de oír las mismas cantinelas: "hay que quitar grasa del Estado", "hay que adelgazar la Administración", etc. Toda la gente sensata está cansada de que la crisis haya caído sobre los hombros de los ciudadanos, los trabajadores y los pequeños empresarios.
El despilfarro de las administraciones públicas españolas es algo auténticamente escandaloso. El agujero es tan brutal que algunos estudios indican que el gasto político ¡podía suponer la mitad de los sueldos de los sueldos de todos los funcionarios!.
El descontento popular no puede ser mayor, como es mostrado por unos lectores en un diario digital:
Lo que pasa que lo difícil es ver dónde se acomoda a toda la gentuza apesebrada que hay en el conglomerado de empresas públicas y de las administraciones que no valen para nada, cobrando un pastizal y el resto de funcionarios de carrera con el sueldo rebajado en un 15% o más desde el 2010, sirva de ejemplo que un Policía Nacional en Madrid cobra unos 1500/1600 euros dependiendo del destino y un mequetrefe mamarracho lameculos de los partidos políticos pasará de los 2500 con un sin fin de privilegios y prebendas uno se juega la vida y el otro "vive la vida" y así el resto de funcionarios de carrera que han estudiado y aprobado una oposición y siguen estudiando si quieren subir en el escalafón.
La unica administracion que NUNCA TOCARAN sera la de sus amiguitos los enchufados de libre designación el resto los currantes con oposición sin dudarlo a la puta calle. Que nadie piense que el CHIRINGUITO LO QUITARAN, son parte de ellos y de sus estómagos agradecidos.
La reforma de la Administración que debería hacerse a estas alturas está más que clara:
1) Eliminación de duplicidades autonómicas, con 40.000 millones de euros ahorrados al año.
2) Eliminación del Senado. No sirve para nada y nos ahorraría 3.000 millones de euros.
3) Eliminación de 20.000 asesores. El ahorro... ni se conoce, porque ni se sabe lo que cuestan.
4) Eliminación de chiringuitos y administraciones paralelas.
5) Eliminación de cargos políticos. Sobran al menos 300.000.
6) Poner orden en diputaciones y administración local. No se conoce ni el desorden que hay.
7) Fuera subvenciones a sindicatos y organizaciones empresariales.
8) Otros recortes varios (coches oficiales, tarjetas VISA ORO...).
Pero la reforma de la Administración, para la casta política, es algo muy distinto:
1) Despido estatal de gente válida, que no tiene enchufe.
2) Reducción de sueldos de funcionarios de carrera.
3) Recortes en Sanidad.
4) Recortes en Educación.
5) Recortes en los servicios públicos.
6) Recortes en las ayudas a la dependencia.
7) Recortes de los derechos de los funcionarios (no vale para nada, para parece que hacen algo).
8) Otros recortes varios, perjudiciales al ciudadano.
Claro, poniendo esto sobre la mesa, alegarán que no fácil, que no es sencillo, que no se hace de un día para otro.
Pero las subidas de impuestos y la reducción de sueldos a funcionarios sí lo pudieron de la noche a la mañana.
Dejen ya de tomarnos el pelo, que algunos ya somos mayorcitos.
Jaime Arroyo
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