Que se les asimile al sector privado y a la ciudadanía
Desde hace mucho tiempo estamos oyendo en boca de mucho de nuestros políticos, que las condiciones de las prestaciones por desempleo deben ser asimiladas a las del resto de Europa, que las condiciones laborales de los funcionarios deben ser similares a las de los trabajadores del sector privado, que los impuestos indirectos y precios de los combustibles deben ser similares a los del resto de Europa, etc.
Asimilar es una palabra que emplean con frecuencia y que curiosamente siempre es para lo malo, nunca para lo bueno.
Los ciudadanos tenemos que "asimilarnos". Y ya que nos imponen estas asimilaciones, debiéramos, ya no pedir, sino exigir, ya que si están ahí es gracias a nuestros votos y a nuestra confianza, que a ellos también se les asimile al sector privado y a la ciudadanía, es decir:
- Que les exija rendimiento y resultados en el desempeño de su trabajo, y si no es así, puedan ser despedidos.
- Que se controle fehacientemente el absentismo laboral, como ocurre en cualquier empresa.
- Que tengan retenciones en sus nóminas en concepto de I.R.P.F. como cualquier otro trabajador.
- Que sus dietas y gastos sean justificados, como cualquier trabajador.
- Que coticen al desempleo, como cualquier otro trabajador, y que cobren del mismo al finalizar su cargo.
- Que se controle el gasto de vehículos, como lo controla cualquier empresa.
- Que cobren el mismo tipo de pensiones que cobra el resto de los españoles, y cuando tengan la misma edad que se les exige al resto de los españoles.
- Que paguen de su bolsillo las multas de tráfico, como se le exige a cualquier español.
- Que los regalos les hagan de su bolsillo, como se le exige a cualquier español.
- Que el gasto en comidas y teléfonos móviles sea absolutamente controlado, como se le exige a cualquier trabajador.
- Que las ausencias en su trabajo sean debidamente justificadas y que cumplan un horario, como se le exige a cualquier trabajador.
- Que respondan de su responsabilidad civil, como se le exige a cualquier, trabajador, funcionario o ciudadano español.
Mucho me temo que esta asimilación no les va a interesar. Todos los ciudadanos somos iguales, pero como decía George Orwell en Rebelíón en la granja, unos son más iguales que otros.
Jaime Arroyo
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