El panorama no es nada halagüeño. Es muy cierto que en España es necesario corregir el elevado déficit público, pero no como quieren algunos tocando los sueldos de los funcionarios (algunos hablan hasta de las pensiones), subiendo los impuestos y aumentando la edad de jubilación.
Sé que no va a gustar lo que voy a decir, pero es lo que piensan la inmensa mayoría de los españoles. Y alguien lo tiene que decir.
El sector público derrocha y frecuentemente en chorradas que sólo benefician a intereses de partido, como los servicios de traducción de lenguas españolas en las Cortes (¿en Suiza, país multilingüe, se hacen estas idioteces?). Hay que reconocer que tampoco es un gasto que vaya a arruinar al Estado, pero en un país con un elevado déficit público, es algo antiestético.
Tendría bemoles la cosa, si los funcionarios, los pensionistas y todos los ciudadanos vía impuestos, pagasen los platos rotos del frenesí gastador de 17 gobiernitos, que con el nacional ya son 18, y con las diputaciones, 68, y con los ayuntamientos, cientos.
Abraham G
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