El futuro de los españoles está en tus manos porque la casta política española no tiene propósito de enmienda


España es un un país agotado por la crisis económica, hundido moralmente y que está perdiendo la alegría a pasos agigantadosUn espía en el Congreso que suelta una bomba informativa tras de otra, como las andanzas de los Pujol, la chusquedad del Presidente del Congreso, la mezquindad de Rajoy, el gran poder de la casta, o la violación de una muchacha por un jeque amigo de la Casa Real, afirma que sólo publica por tener pruebas fechacientes el 1% de lo que sabe. Si esta es sólo la punta del iceberg ¡cómo será el iceberg!

Los resultados de las últimas elecciones europeas han sido, por más que lo nieguen, absolutamente catastróficos para el partido popular. Sus votantes han quedado reducidos a la tercera parte y la cosa no parece precisamente mejorar. Tampoco han sido mucho mejor para los partidos tradicionales, tanto de izquierdas, como nacionalistas. Ha irrumpido con mucha fuerza Podemos y han subido Movimiento Ciudadano y UPyD.

Es la lógica consecuencia de gobernar contra la población y sus votantes, cargando la factura de la crisis a quienes no la han provocado, clases media y baja, y manteniendo a costa de estas los vergonzosos privilegios de las castas política y financiera, los causantes de la crisis.

Si alguien tiene la cándida esperanza de que el gobierno de Rajoy, y con él el resto de los partidos "castigados", se van a poner las pilas y van a cumplir con los ciudadanos, más vale que se vaya mentalizando que va a ser que no.

Las reformas de Rajoy, rápidas e implacables, han ido encaminadas exclusivamente a reducir derechos sociales y ciudadanos, y subir impuestos, porque de atajar la raíz del problema, la casta y sus gastos, "no se toca". Y el resto de la casta encantada, claro. En definitiva, la verdadera solución del deficit público ni está, ni se la espera. Cuando Felipe González, tras una legislatura para la casta (de aquellos barros, estos lodos), obtuvo un buen varapalo en las elecciones de 1993 (lo que no le impidió gobernar), habló a los ciudadanos afirmando que había captado el mensaje de que los españoles querían "un cambio sobre el cambio". No hubo cambio y así de mal le fue al PSOE en las siguientes elecciones. Si lo tenía claro Felipe González y no hizo nada por remediarlo, no sé que se puede esperar de Rajoy, que ya ha adelantado que los resultados de las elecciones europeas le traen al pairo.

Sí, no hay ningún propósito de enmienda en la casta política española. La única esperanza es que los ciudadanos actúen responsablemente y democraticamente en las elecciones no traguen ya más con la corrupción y digan de una vez no a la casta explotadora.


La independencia como fachada para tapar la corrupción

El empobrecimiento de los catalanes y la corrupción son dos notas características de la clase política catalana. A las que habría que sumar el intento de separación artificial de la historia común de España y el pasarse la ley por el arco del triunfo (qué diferencia con lo que les pasa a los ciudadanos, a los qué se busca sancionar de cualquier manera!).

Ahora mucha gente y muchos medios andan rasgándose las vestiduras porque los Pujol escondieron 500 millones de euros en sus cuentas de Andorra. Un familiar mío que tuvo negocios en Cataluña decía que era pública y notoria la corrupción de Pujol y de esto hace más de 15 años. No sé a que viene ahora tanta tontería que se está oyendo de continuo, sobre que va a ser de Cataluña (¿es malo descubrir a un corrupto?), es una maniobra de España (y detener a un asesino de la Policía, no te fastidia), era un buen hombre (¿tú crees?)...

Es cierto que existe cierto desencuentro entre Cataluña y el resto de España, pero la mayor parte del mismo ha sido creado artificialmente por la casta política, que no ha dudado lo más mínimo en expoliar y explotar a los catalanes en su propio beneficio. Este desencuentro debe acabar y debe acabar ya. Ni España nos roba (Espanya ens roba), ni que se marchen de una p... vez. La unión es lo mejor para los dos y lo peor para la casta, ya que la catalana andaría a sus anchas transformando Cataluña en su cortijo particular y a la española se le acabaría el contencioso pantalla de humo y victimista.

Dios les cría y ellos se juntan. Mientras Rajoy trata a los catalanes y españoles a palos, con sus maravillosas medidas de reducción del déficit, la casta política catalana es tratada con guante de seda. Dicho de otro modo, a los que cumplen la ley a costa de su sufrimiento y el de sus familias se les ignora o desprecia, y a los que la intentan quebrantar, se les tiene en cuenta y se les valora.

Es cierto que Artur Mas ha sido elegido democraticamente y su opinión representa a más de un millón de ciudadanos, pero no es menos cierto que nadie puede estar por encima de la ley, ni el rey, como afirman los ingleses. El gobierno de Rajoy, protector de la casta, cumple a la perfección su papelón.


PSOE, muchos cambios para que nada cambie

El PSOE tiene un nuevo secretario general, Pedro Sánchez, guapito, apodado por algunos "el chulapo" por ser madrileño y bien parecido.

Hay que ser conscientes que apenas ha iniciado su andadura y todo el mundo merece al menos una oportunidad, por lo que sólo podemos aventurar algunas conjeturas sobre lo que puede ser su futuro político.

En principio, por ser joven, bien preparado, tener experiencia, tener experiencia y no estar "contaminado" es el candidato ideal. Pero sus propuestas parecen ser más de lo mismo. Le ha recomendado a Rajoy que pise la calle, lo cual es un buen consejo, pero algunas sus iniciativas no es que sean muy brillantes, como las de denunciar el Concordato con la Iglesia (¿es una prioridad para los ciudadanos?), profundizar en el federalismo (¿qué federalismo? y ¿qué problemas va a resolver?), aunque otras pueden ser positivas, como ampliar la cobertura a los parados o reducir el número de aforados.

Pero no entra en lo que es el meollo de la cuestión, en el cáncer que devora a España: el excesivo peso del gasto de los políticos, junto a una política sin rumbo.

El reto que tiene el PSOE es formidable. Debe hacer olvidar el funesto pasado zapateril que hundió al país en la ruina económica, debe tener un programa sólido y creíble que no se parezca al del PP (por algo les llaman PPSOE), debe demostrar estar decidido a luchar contra la corrupción y contra los problemas que de verdad preocupan a los españoles. Algo practicamente imposible, aunque se tuviera muy buena voluntad, dentro de la estructura férrea de los partidos tradicionales.

Aún no sabemos si pasadas las elecciones, el PSOE se unirá a partidos de izquierda o al PP (lo que algunos llaman la gran coalición), o bien se mantendrá al margen, con acuerdos puntuales, pero lo cierto es que en estos momentos electoralmente se desploma.


Rajoy, su discurso triunfal y mientras tanto haciendo estropicios

Rajoy, ya sin plasma, da un discurso lleno de cinismo y soberbia, un discurso vomitivo en definitiva. Los datos de la EPA los interpreta como quiere y se atribuye unos logros, que además de ser inxistentes, en caso de existir, corresponderían al pueblo español. No obstante, parece querer dar la sensación de que una vez pasado el temporal su gobierno será completamente distinto. Nada más lejos de la realidad, tal y como demuestran algunas actuaciones tras el varapalo de las elecciones europeas.

El futuro de nuestros titulados no es importante para este gobierno. Los antiguos ingenieros y licenciados están cansados de que a sus políticos les importe tan poco su futuro y la enseñanza. Algo tan sencillo como tan sencillo como homologar a los antiguos ingenieros y licenciados al master, no parece darle la gana al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (¿o debería decir Ministerio de Adoctrinamiento y Lobbies?). Tal es el cansancio de los titulados que han llegado al punto de denunciar a España ante la Comisión Europea.

Pero lo que sí que importa al ministro Wert y a este gobierno es aprobar la ley de propiedad intelectual, con la oposición de los españoles, para proteger el entramado de la casta aunque sea haciendo el ridículo. Tanto que se encandalizaban por el canon digital en el gobierno de Zapatero, ahora vienen a santificarlo, aunque sea a costa de mentiras sobre la piratería. Y lo de la tasa Google, o sea hacer que paguen a los que enlazan páginas web de noticias, es para caerse al suelo de risa. Me enlazan, me hacen un favor y voy y encima les pido dinero. Y lo más triste (y antidemocrático) es que si soy un medio de comunicación no me puedo negar a esta ridiculez. Conclusión: Google News cerrará en España y con ella muchas pequeñas empresas como Meneame. Obras son amores, lo del apoyo a los emprendedores, que tanto se le llena a la boca a Rajoy, es más falso que un duro de plomo y estos hechos lo demuestran. Todo por tratar de mantener a medios de comunicación adictos. Ha empezado la batalla de la comunicación y el pueblo español tiene todas las de perder, pues el poder no está con él. Ahora se empiezan a entender muchas cosas, como cuando Rajoy recortó a los funcionarios, esos famosos periodistas que salieron en tromba a decir que los funcionarios ganaban más que la media, cuando era descarada la manipulación mezclando en un todo de sueldos públicos, los abultados sueldos de los políticos (basta coger los boletines oficiales y ver que esa mentira tiene las patas muy cortas). Empiezan a cuadrar las piezas de este puzzle.

Y por último, la traca para el final, 255 medidas contra el ciudadano y los funcionarios para que nada cambie en la casta. Hacienda discute nuevos recortes con las autonomías para cumplir el déficit, pero curiosamente, ninguna pasa por poner soluciones reales, porque en la eliminación de duplicidades, las medidas propuestas son simbólicas y ridículas. Todo será como siempre, la eliminación del déficit público nunca pasa por reducir el salvaje gasto político de España, sino por masacrar servicios públicos y exprimir al contribuyente. 

Jaime Arroyo


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