Una mujer es apedreada en Pakistán por tener un teléfono móvil

Arifa Bibi, una joven madre con dos hijos, fue apedreada en Pakistán por tener un teléfono móvil.

Fue condenada a muerte por lapidación por un tribunal tribal de Pakistán, siendo ejecutada el 11 de julio a manos de su familia. Su tío, primos y otros familiares lanzaron piedras a la mujer hasta que ella murió. Fue enterrada en el desierto lejos de su pueblo natal , y según los informes, su familia no se le permitió participar en su funeral.

La lapidación ha sido común en países como Pakistán durante mucho tiempo y se utiliza contra las mujeres y otros grupos vulnerables. Debido a la lapidación de Arifa Bibi este verano, grupos de derechos de las mujeres han puesto en marcha una campaña para poner fin a la práctica de la lapidación.

Naureen Shameem , representante del grupo Mujeres por los derechos de las mujeres que viven bajo leyes musulmanas, dice que la lapidación se usa contra las mujeres en particular como una manera de controlarlas. "La lapidación es un castigo cruel y horrible", dijo Shameem . "Es una forma de torturar a alguien hasta la muerte. Es una de las formas más brutales de violencia contra las mujeres con el fin de controlar y castigar a su sexualidad y las libertades fundamentales".

La Comisión Asiática de Derechos Humanos condenó el acto de la lapidación de las mujeres en un comunicado de prensa reciente. "La muerte por lapidación es un acto de barbarie de una sociedad primitiva", afirma el comunicado de prensa. "A la sociedad se la envía un mensaje de que la violencia es la manera de tratar a las mujeres y otros grupos vulnerables. Los derechos de las mujeres son negados por el uso de estas formas de castigo. La sociedad paquistaní ha degenerado hasta el punto de que, para una mujer, tener un teléfono móvil se ha convertido en delito grave. Es tratado como un crimen peor que la violación de pandillas, asesinatos y explosiones de bomba, a través del cual muchas personas mueren a diario".

Grupos están pidiendo a las Naciones Unidas aprobar una prohibición mundial de la lapidación, pero los resultados son escasos.

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