Viajes en el tiempo


Viaje interestelar

¿Se puede viajar en el tiempo?

Pregunta sin respuesta.

Es un tema recurrente en la literatura, en la poesía, en la ciencia, en el cine y en los sueños y pensamiento de las personas. Porque el tiempo es algo que nos supera. Algo que no se puede cambiar, algo contra lo que no se puede luchar.

Cuantos quisieran volver atrás y enmendar graves errores que cometieron, cuantos investigadores quisieran viajar al Antiguo Egipto, al Imperio Romano, a la Edad Media, o al futuro, para ver que le espera a la Humanidad. Pero hoy, por hoy, nadie lo ha conseguido. Y todos se hacen la misma pregunta: ¿será posible?

Pues la lógica indica que no. Ya que nadie del futuro viene a visitarnos. O lo mismo viene y no quiere alterar nada… para no modificar su mundo.

También están las paradojas. Si yo viajo al pasado y mato a mi padre de joven, ¿cómo puedo existir? Y si sé que el 13 de diciembre de 1995 estaba yo a las cuatro y cinco minutos de la tarde en el Parque María Luisa sentado llorando porque ella me había dejado en ese momento, llegó yo y me digo a mí mismo, ¡tranquilo, alégrate, de buena te has librado, se casará con tu amigo Juan y le amargará la vida! Si a mí yo en el pasado le da un síncope porque él mismo se da la noticia, ¿qué será de mí?

Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. Sabemos por la Física Cuántica que en el interior de un átomo las cosas no funcionan igual que en la vida de mayor tamaño. Un electrón puede estar en esta posición o en esta otra, pero lo único que sabemos es la probabilidad de por donde se mueve. Quizá la suma de todas las posiciones que se producen paralelamente nos de la posición donde pudiera estar.

Quizá existan varios mundos paralelos y de todos ellos el más probable es el que estamos viviendo. Son compatibles entre sí y no hay contradicción entre ellos y el que vemos es el más probable. ¿Eso quiere decir qué cuando hace tres años cometí uno de los errores más brutales de mi vida en alguno de esos mundos acerté? Otra pregunta sin respuesta.

Además están las singularidades. Agujeros negros en el Universo, con tanta masa que de ellos no escapan ni los minúsculos fotones de la luz. Tanta masa que hacen que se curve el Universo “rompiéndolo” y saliendo por otro lado. En el hipotético (y muy improbable) caso que pudiéramos sobrevivir a las brutales presiones y radiaciones ¿a dónde iríamos? A otro lugar del Universo y ¿en qué tiempo?

No somos electrones, ni partículas, por tanto lo que les ocurre no tiene porque ocurrirnos a nosotros, pero ¿no hay dentro de nuestros átomos partículas subatómicas? ¿cómo podemos afirmar tan alegremente que lo que ocurre dentro del átomo no nos afecta a nosotros?

Lo mismo no es buena idea viajar en el tiempo. El tiempo es el que ordena, para mal o para bien, todo lo que nos rodea. Si viajamos en el futuro y logramos prolongar la vida unos cien años más y luego viajásemos al pasado aprovechando toda nuestra experiencia y sabiendo todo lo que va a ocurrir en el futuro…

… no nos casaríamos con esa chica o con ese chico (no perderemos el tiempo)

… no tendremos hijos (sólo nos han dado disgustos)

…a José María sabiendo que al final me ha traicionó le espera una buena sorpresa

…estamos en condiciones de dominar todo el mundo

No. Quizá no es una buena idea viajar en el tiempo.




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